Enrique Dávila Pacheco
La pronta intervención de los lugareños, ordenada y supervisada por el gobernador Dávila, logró disuadir a los atacantes quienes prefirieron seguir su camino hacia el sur, desembarcando en Champotón puerto menos protegido.Ahí sí lograron los corsarios algún botín ya que la población había prácticamente abandonado el puerto.En ese punto, Enrique Dávila regresó a la Ciudad de México.Él mismo estuvo a punto de sucumbir al contagiarse con la peste que aún no cedía en el territorio, pero tuvo mejor suerte que su antecesor y sobrevivió.Años después y con base en sus méritos como administrador y gobernante, Enrique Dávila fue nombrado por el propio rey de España gobernador de la Nueva Vizcaya en la Nueva España.