Era hija del dios fluvial Cebrén,[2] también llamado Eneo, y que además era una hechicera reputada en el uso de hierbas medicinales.
Partenio nos dice que cuando Alejandro era un simple boyero y apacentaba sus vacas en el monte Ida, se enamoró de la ninfa.
[5] Un fragmento de Baquílides sugiere, en cambio, que Enone se suicidó arrojándose desde un acantilado.
Se dice que la propia Enone, corroída por los celos por Helena, y azuzada por su propio padre, envió a Córito, como venganza, para que guiase a los ejércitos griegos durante la guerra de Troya.
Enone, como ninfa e hija de un célebre dios fluvial, consintió en casarse con un esclavo, como por entonces se tenía en consideración a Alejandro.