Empanadilla

Suele elaborarse con una masa que se dobla sobre sí misma y se rellena de carne picada u otros ingredientes;[1]​ se le confiere una forma semicircular para posteriormente freírla en aceite (esta, junto a su tamaño menor, es una de las diferencias con respecto a la «empanada», que suele ser cocinada al horno para que el hojaldre de su superficie se haga).

Su textura exterior es crujiente y contrasta con la blandura de su interior, siendo la masa similar a la empleada en los «pestiños», aunque estos últimos son dulces.

A veces puede servirse caliente como una tapa, sola o acompañada de alguna salsa.

El resultado final completamente sellado se suele freír en aceite hirviendo (generalmente aceite de girasol), bien puede emplearse una sartén de fondo ancho o una freidora.

Existió en España una denominación de «empanadilla» (denominada también quijadilla en ladino), pero su elaboración se asemejaba a la actual empanada debido a su elaboración al horno.

Plato de empanadillas en el que puede notarse la textura crujiente de la masa exterior, con bordes enrollados (con la típica formación de burbujas durante su fritura).
Empanadillas listas en una fuente.