En otras palabras, es una forma democrática de preseleccionar el candidato que un partido presentará a un proceso electoral determinado.
En oposición, se convocan a Congresos o Convenciones nacionales con representantes de la militancia, lo que las convierte en elecciones indirectas.
En América Latina las elecciones primarias tienen fuerza en países como Belice, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Uruguay, Venezuela, República Dominicana y otros.
Estas elecciones fueron implementadas por la Reforma Electoral llevada a cabo los primeros días del 2010.
[1] En una innovación el 24 y 25 de noviembre del 2007, se llevó a cabo una primaria electoral cubierta en Armenia.
[2] En Colombia todos los partidos políticos vigentes tienen la posibilidad de realizar elecciones primarias denominadas "consultas" para elegir a sus candidatos únicos.
Según la regulación existen dos tipos de consultas: Partidistas e Interpartidistas y pueden ser internas (Cerradas, solo para afiliados inscritos a los partidos) o populares (Abiertas para cualquier ciudadano inscrito en el censo electoral).
En caso de programarse varias consultas populares, el Consejo Nacional Electoral definirá una sola fecha (distinta a las elecciones ordinarias) para seleccionar candidatos a un mismo cargo o corporación, dicha fecha será única para las consultas populares de todos los partidos y movimientos que decidan acudir a este mecanismo.
[3] En las elecciones presidenciales de 2006, el Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo celebraron elecciones primarias, eligiendo a Horacio Serpa como candidato liberal y Carlos Gaviria como candidato del Polo Alternativo Democrático.
Costa Rica realiza diferentes elecciones primarias conocidas como "convención" entre los partidos políticos mayoritarios.
Para elegir candidatos a alcalde, han utilizado este mecanismo, tanto la Coalición por el Cambio, como la Concertación.
Así pudieron postularse para la alcaldía de Santiago referentes extrapartidarios como Iván Zamorano, Ángel Parra y Marcelo Ríos.
Ya desde los primeros resultados que se fueron difundiendo por parte de la JCE, la interna del PRM mostraba un escenario a tono con lo que las encuestas marcaban en la previa, consagrando vencedor por una amplia ventaja a Luis Abinader frente al expresidente Hipólito Mejía.
Sin embargo, recién una vez superado el 81% del recuento fue que la tendencia dio un vuelco a favor de Gonzalo Castillo, y a partir de aquel momento ya no se revirtió.