El día 5 de septiembre se convocó un consejo de guerra al cual asistieron los generales Cuesta; Castaños; González Llamas, la Peña, el duque del Infantado (en representación del general Blake) y otro oficial desconocido en representación de Palafox.
Cuesta, como mando más alto, intentó, infurtuosamente, convencer a Castaños unirse a él en formar una junta militar al margen de la Juntas.
El manifiesto organizaban a los distintos cuerpos y regimientos existentes en cuatro grandes cuerpos bajo el control de una Junta Central de Guerra presidida por Castaños.
[1] Al comenzar la contienda, los ejércitos españoles estuvieron nombrados según las provincias en las que habían sido formados.
[2] Había, sin embargo, variaciones y modificaciones constantes, tanto en sus configuraciones como en sus mandos.