Ecce homo
Se trata de las palabras pronunciadas por Poncio Pilato, el gobernador romano de Judea, cuando presentó a Jesús de Nazaret ante la muchedumbre hostil a la que sometía el destino final del reo (puesto que él se lavaba las manos, o sea, eludía su responsabilidad —Mateo 27:24—[1]).Cristo aparece semidesnudo y atado, con una caña en las manos (que representa un cetro, que sus torturadores le dieron en burla, por la misma razón que le despojaron de su túnica y le pusieron un manto regio, puesto que su presunto delito era pretender ser "rey de los judíos" es decir Mesías por este motivo sarcásticamente los romanos pusieron en lo alto de la cruz de Jesús la sigla INRI).En Colombia destacan las imágenes veneradas en Popayán, El Tambo, Silvia, Ricaurte (Nariño), Istmina y Valledupar entre otras ciudades.La imagen con mayor antigüedad en Colombia la constituye el Ecce-homo ubicado en la iglesia de Sutamarchan, imagen que originalmente perteneció al monasterio del Santo Ecce Homo de la comunidad dominica en Boyacá.Las representaciones escultóricas del Ecce Homo se presentan con las mismas características: todas las imágenes están sentadas y vestidas, o en algunos casos semivestidas, con túnicas de finas telas con bordado de oro representativo según la región o el país.