El segundo XO-2, con un motor en V Packard 1A-1500 de 380 kW (510 hp), se mostró poco fiable.
Las mayores diferencias fueron las alas fuertemente escalonadas, una instalación más compacta del motor, y un tren de aterrizaje limpio, asegurado al fuselaje.
No se consideró que el tiempo atmosférico fuese un factor determinante.
El Cadete Rogers murió instantáneamente en el accidente, debido al impacto.
Su cuerpo fue recuperado, pero los restos del avión fueron abandonados, ya que tanto el fuselaje como el motor estaban amortizados.