Disolvente

Un disolvente o solvente es una sustancia química que disuelve al soluto (un sólido, líquido o gas químicamente diferente), resultando en una disolución;[1]​ normalmente el solvente es el componente de una disolución presente en mayor cantidad.El uso de estos disolventes libera a la atmósfera compuestos orgánicos volátiles (COV), que tienen algunos problemas importantes para el entorno.Entre los disolventes orgánicos más destacados podemos encontrar metanol, etanol, acetona, cloroformo, tolueno o el xileno, entre otros.El carácter volátil de los disolventes orgánicos hace que estos se evaporen rápidamente en el aire, alcanzando concentraciones importantes en espacios confinados.Conforme aumenta la temperatura y la presión, las propiedades del agua varían.A alta temperatura y presión disuelve compuestos orgánicos, transcurriendo los procesos en fase homogénea y con ello se facilita la separación del soluto (por enfriamiento), siendo capaz de eliminar residuos.El término fluoroso fue introducido por István T. Horvát en la década de 1990 por su analogía con los medios acuosos.Compuestos por un catión orgánico siendo uno de los más comunes el tetraalquilamonio, y un aniónpoliatómico como puede ser el hexafluorofosfato.Los disolventes neotéricos o alternativos son compuestos con los que se pretende sustituir a los ya conocidos como disolventes convencionales en su uso industrial, por su importancia en la protección medioambiental, debido a su posibilidad de reutilización, reciclado y su baja o nula toxicidad.La importancia del desarrollo de estos disolventes radica primordialmente en su coste, puesto que al ser económicamente rentables, hace viable su implementación en los procesos industriales.Los vapores de los disolventes son más pesados que el aire; se hunden en el fondo y pueden recorrer grandes distancias casi sin diluirse.[3]​[4]​ Esto puede retrasar o impedir el reconocimiento oportuno de un incendio peligroso, hasta que las llamas se propaguen a otros materiales.Normalmente, el THF es más propenso a formar estos peróxidos que el éter dietílico.[5]​ Se pueden usar varios tests para detectar la presencia de un peróxido en un éter.La alúmina degrada los peróxidos, pero algunos podrían permanecer intactos en ella, por lo que debe eliminarse adecuadamente.