Pariacaca (en quechua: Parya qaqa, posiblemente de una forma híbrida quechua-aimara como *pari-ya-q qaqa 'peñón ígneo, el peñón que quema'[1]) fue, en la mitología de la sierra central peruana, el dios del agua, los vientos y las lluvias torrenciales.
El dios Pariacaca fue muy importante en la región centroandina, cuyo culto abarcó incluso a las zonas costeras.
Dentro del área andina, Pariacaca tuvo dioses equivalentes a él: el dios Yana Raman por parte de los Yaros o Llacuaces; Tumayricapac, por los Yaros de Chinchaycocha; Apocatequil, por los Cajamarcas; y Pusikaqcha, por los habitantes del altiplano sur.
[3] Nació como halcón de cinco huevos junto a sus hermanos en el cerro Condorcoto.
Pariacaca se enfrentó a Huallallo, el dios del fuego, por ser la divinidad del pueblo y en la batalla resultó vencedor Pariacaca porque pudo apagar sus bolas de fuego con las lluvias, con lo que lo desterró y condenó a comer carroña.