Su nombre, bahriyya, significa “del río”, en referencia a la ubicación de su asentamiento original en la isla Roda en el Nilo (Nahr al-Nil), donde se hallaba un castillo construido por el sultán ayubí As-Salih Ayyub.
En 1250, cuando el sultán ayubí Al-Salih Ayyub murió, los mamelucos que había poseído como esclavos asesinaron a su hijo y heredero Al-Muazzam Turanshah y Shajar al-Durr, la viuda de Al-Salih, devino la sultana de Egipto.
Este derrotó a los mongoles en la batalla de Elbistan y envió al califa abasí Al-Mustánsir II con sólo 250 hombres a intentar retomar Bagdad, pero no tuvo éxito, pues este fue emboscado y muerto por los mongoles.
Los mongoles del ilkan Ghazan (convertido al islam) emprendieron una invasión en 1299, pero fueron derrotados nuevamente en 1303.
Al-Násir Muhámmad organizó la reexcavación de un canal en 1311 que unía Alejandría con el Nilo.
Los constantes cambios de los sultanes que siguieron llevaron a un gran desorden en las provincias.
Mientras tanto, en 1349 en Egipto y el Levante, se propagó la Muerte Negra, que afectó a gran parte de la población.