Al-Mansur Nur al-Din Ali (en árabe: المنصور نور الدين علي) fue un sultán mameluco de Egipto, hijo del también sultán Aibek y que sucedió en el cargo a su padre cuando este fue asesinado en 1257.
Sin poder real, fue simplemente un títere en manos de los jefes militares que se disputaban el poder.
[1][2][3] En realidad, el joven sultán no era más que un mero títere que ocultaba la disputa por el poder de diversas figuras: su atabeg Sanjar al-Halabi —mameluco bahrí—, Sanjar al-Ghatmi —jefe de los mamelucos bahríes que habían permanecido en Egipto tras el asesinato de su jefe en 1254— y Qutuz al Muizzi, el favorito del difunto Aibek y asesino del jefe bahrí Aqtay en 1254.
[1] Este pronto logró deshacerse de al-Halabi y consolidar su poder, pese al odio que le profesaban los bahríes.
[8][4][3] Qutuz justificó este acto alegando que la juventud del sultán derrocado le impedía tomar las medidas necesarias para afrontar la grave amenaza mongola.