Estas manifestaciones fueron reconocidas por UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012.
[2] Es conocido que en el año 1749, en el día de Corpus Christi, hombres, mujeres y niños se vestían de diablos para cumplir promesas realizadas al Santísimo Sacramento.
Tras una tormenta, varios diablos se presentaron frente a la iglesia.
[5] En la novela Peonía del escritor Manuel Vicente Romero García se describe en forma clara e ilustrativa cómo eran los diablos danzantes de Cúa en la década de 1870.
Estas organizaciones independientes están establecidas dentro de sus respectivas comunidades.