La Bahía de Patanemo ofrece, tanto a visitantes como locales, blancas arenas y aguas azul turquesa de belleza inigualable.
Esta cofradía en específico realiza las máscaras dos meses antes del día de Corpus Christi, en ellas recrean animales como peces, perros, cochinos, pericos y dragones; las mismas son hechas a base de cartón con engrudo y se deben renovar cada año.
Los trajes son de rayón estampado o satén, pero antes de usarlos deben ser santiguados por el capataz; las mujeres se visten con batas de colores, no usan máscaras, a veces bailan y a veces colaboran con el cuidado de los niños durante la danza.
Los Diablos danzantes de Corpus Christi ingresaron, junto con otras 11 cofradías del país, a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que aprueba la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, el 6 de diciembre del año 2012.
[1] Once cofradías, enraizadas en igual número de comunidades de Venezuela desde hace cerca de cuatrocientos años, se rinden ante el Santísimo Sacramento, el noveno jueves después del Jueves Santo, integrados a la celebración católica del Corpus Christi.