Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico y bailan por las calles del pueblo, en diferentes altares y frente a la iglesia representando el desafío del mal ante el bien, pero cuando se está frente a la presencia de Jesús en la Eucaristía la máscara guinda hacia el piso como señal de rendición y no poderle vencer.El cajero toca el reposo, todos los que estén danzando se arrodillan en señal de adoración, para orar o conexión espiritual donde el promesero pide al Santísimo resolver algún problema de salud o agradecer un favor concedido.En esta festividad folclórica se rinde devoción al Santísimo Sacramento del Altar.Una vez que sea guardada la procesión continúan la danza en las distintas calles del pueblo.Los diablos recorren las calles, con su indumentaria roja y máscaras, bailando al ritmo que dicte el cajero constando de cuatro pasos los cuales son el corrío, el escobillao,reposo y la bamba.La mujer oye la misa como lo hacen los Diablos, además va a todos los sitios con ellos, se encarga de darles agua, comida, cuidar a los niños y no bailan por las calles con máscaras sino en una casa donde piden permiso al primer capataz con una máscara prestada y bailan al frente del altar por una promesa.La Capataz es la máxima autoridad en cuanto a las mujeres que viste totalmente de rojo y sin máscara.
Máscara de Diablo Danzante en la entrada del pueblo
Avance de los Diablos Danzantes de Yare por las calles del pueblo
Máscara de Diablo Danzante
Jóvenes haciendo parte de la ceremonia cultural
Entrada a uno de los Altares
Avance por el pueblo
Participación de las mujeres en los Diablos Danzantes