La gran diferencia con respecto a los Diablos de Yare, es que sus máscaras son negras y llevan una cinta tricolor, y los capitanes portan en ella Barba en vez de los representativos cuatro cuernos.
Ésta es una celebración muy vieja de origen español, y la incorporación de los diablos a la celebración es explicada por algunos folkloristas como la representación del demonio en comparación con el Santísimo.
En Chuao, el centro tradicional de la cultura del cacao y del café, los hombres agrupados en la fraternidad al Santísimo organizan la celebración, dirigen las pruebas y mandan a los iniciados.
En dos filas apretó, los diablos se acuestan a la tierra, “entrega” antes del Santísimo.
Los diablos bailan sin resto durante tres días para pagar las promesas que han hecho a través del año.