Esta festividad en honor al sagrado cuerpo de Cristo se celebra el octavo jueves después del Jueves Santo, aproximadamente entre los meses de mayo y junio.
El día miércoles, víspera de Corpus Christi se levantan altares domésticos y se llevan a cabo ceremonias preparatorias a la fiesta principal, las cuales aseguran la protección de los Diablos Danzantes.
Se cree que estos altares elaborados con cortinas y sabanas atadas a la pared, una mesa con un mantel en el centro donde se colocan flores, velas, lámparas hechas con vasos de agua bendita e imágenes de santos les brindan a los diablos protección y los guía durante los ensayos de preparación para la celebración del Corpus Christi.
Estos toman un baño en el río, desayunan y se visten con gran recogimiento.
Luego comienzan a sonar con sus bailes los cencerros ante el grito del capataz que dice "campana, campana" y esperan en la puerta de la iglesia a que termine la misa.