Al igual que Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos o Uruguay, la Argentina fue considerada como un país de inmigración en su momento,[1] es decir una sociedad que ha sido influida decisivamente por uno o más fenómenos inmigratorios masivos.
Por otra parte los distintos grupos que integran su población han establecido intensos mestizajes interétnicos, situación conocida en el país como "crisol de razas".
[2][3] Adicionalmente Argentina cuenta con considerables minorías judías, árabes, armenias, japonesas, chinas y coreanas.
Desde mediados del siglo XX, la inmigración proveniente de países sudamericanos, principalmente Paraguay y Bolivia, ha cobrado mayor importancia.
Córdoba crece constantemente, expandiéndose en especial hacia el sur (camino a Alta Gracia) y hacia el noroeste (camino a Villa Allende y Argüello), sobre todo desde el 2005, año en el que el Gobierno de la Provincia inició la construcción de viviendas sociales financiadas.