Los godos adoptaron el arrianismo en algún momento entre 376 y 390, en los años previos a la caída del Imperio Romano de Occidente.
Parte de esta identidad fue la adhesión al paganismo gótico, aunque se desconoce su naturaleza exacta.
Jordanes, en su obra del siglo VI, Getica, afirma que el dios principal de los godos era Marte, pero esto se debe a la interpretación romana de la deidad, pues Jordanes escribía en latín.
Estos grupos luchaban entre sí, aliados o contra el Imperio, hunos, y otros reinos según las circunstancias.
[1] La conversión al arrianismo fue un proceso relativamente rápido, facilitado por un lado, por la asimilación de los cautivos romanos en la sociedad goda[1] y a su vez por la integración de la sociedad goda en la romana, ya cristianizada.
Dos generaciones después de su aparición en las fronteras del Imperio en el año 238, el arrianismo estaba ampliamente extendido, se cree que el auge del arrianismo frente al catolicismo entre los godos se debe a que el primero era más permeable y sincrético con su religión nativa que el segundo, más estricto en cuanto al concepto de divinidad.