Crisis existencial

Su actitud negativa hacia la vida y el sentido refleja varias posiciones características del movimiento filosófico conocido como existencialismo.

Otra forma se refiere al sentido personal secular, en el que el individuo trata de descubrir propósito y valor principalmente para su propia vida.

Algunos cuestionarios, como el Purpose in Life Test, pueden utilizarse para medir si alguien está pasando actualmente por una crisis existencial.

Las circunstancias externas aún pueden desempeñar un papel en desencadenar o exacerbar una crisis existencial, pero el conflicto central ocurre en un nivel interno.

[3]​ El enfoque más común para resolver una crisis existencial consiste en abordar este conflicto interno y encontrar nuevas fuentes de sentido en la vida.

[3]​[5]​[6]​[18]​ En el lado cognitivo, los afectados suelen enfrentarse a la pérdida de sentido y propósito junto con la realización del propio fin.

No obstante, se ha sugerido que estos componentes pueden utilizarse para dar una definición más unificada de las crisis existenciales.

[3]​ En el nivel emocional, las crisis existenciales se asocian a experiencias desagradables, como el miedo, la ansiedad, el pánico y la desesperación.

[3]​[6]​ Este es el caso, por ejemplo, si la pérdida de sentido está asociada a malas elecciones en el pasado por las cuales el individuo se siente culpable.

[3]​ En algunos casos, esto puede tener efectos positivos para ayudar al afectado en la transición hacia una nueva perspectiva de la vida.

[46]​[47]​[48]​ Esto puede dar lugar a arrepentimientos e insatisfacción con las propias elecciones en varios campos, como la carrera, la pareja, los hijos, el estatus social o las oportunidades perdidas.

Un factor de impedimento adicional, en contraste con las crisis anteriores, es que las personas a menudo no pueden encontrar la energía y la juventud necesarias para realizar cambios significativos en sus vidas.

Para otros, una amenaza concreta de muerte inminente, por ejemplo, debido a la ruptura del orden social, puede tener un efecto similar.

Las fuentes discutidas en la literatura se pueden dividirse en altruismo, dedicación a una causa, creatividad, hedonismo, autorrealización y encontrar la actitud correcta.

[4]​ Pero la actitud altruista también puede expresarse de una forma menos personal hacia los desconocidos, por ejemplo, donando dinero a organizaciones benéficas.

[5]​ La idea es que, en tales situaciones, uno todavía puede encontrar un sentido basado en tomar una actitud virtuosa o admirable hacia el propio sufrimiento, por ejemplo, permaneciendo valiente.

A nivel personal, los efectos inmediatos suelen ser negativos, ya que experimentar una crisis existencial está conectado con el estrés, la ansiedad y la formación de malas relaciones.

[3]​[22]​ En la crisis sophomore, por ejemplo, esto puede ocurrir al planificar con anticipación y así tomar decisiones más conscientes sobre cómo llevar la vida.

[4]​ Otra respuesta consiste en una declaración abierta de nihilismo, caracterizada por una tendencia generalizada a desacreditar las actividades que otros consideran significativas.

[4]​[75]​[76]​ Al no poder encontrar buenas razones para esforzarse, tal persona permanece inactiva durante largos períodos de tiempo, como quedarse en la cama todo el día.

Por ejemplo, la violencia física o las peleas constantes en una relación pueden interpretarse como signos externos de una crisis existencial grave.

Los indicadores positivos del éxito matrimonial incluyen tener intereses similares, participar en actividades comunes y tener un nivel de educación similar.

[49]​[50]​ También se han utilizado métodos de la terapia cognitivo-conductual para tratar las crisis existenciales provocando un cambio en el funcionamiento intelectual del individuo.

[8]​ Si tiene éxito, los fundamentos a los que se llega de esta manera pueden proporcionar una base sólida para resistir futuras crisis existenciales.

Una dificultad con esta postura negativa hacia el sentido es que parece proporcionar muy poca orientación práctica sobre cómo vivir la propia vida.

[4]​[9]​[11]​[80]​ Según Peter Wessel Zapffe, la vida es esencialmente sin sentido, pero esto no significa que estemos condenados automáticamente a crisis existenciales irresolubles.

En cambio, identifica cuatro formas de afrontar este hecho sin caer en una depresión existencial: aislamiento, anclaje, distracción y sublimación.

[49]​[50]​ El anclaje implica una dedicación a ciertos valores y compromisos prácticos que dan al individuo un sentimiento de seguridad.

[49]​[50]​ Algunos enfoques del campo de la terapia cognitivo-conductual ajustan y emplean los tratamientos contra la depresión para resolver las crisis existenciales.

[82]​[83]​ Esto puede ocurrir centrándose en el presente inmediato, orientándose a objetivos, haciendo juegos de rol o experimentos conductuales.

Los sentimientos de soledad e insignificancia frente a la naturaleza son comunes en las crisis existenciales.