[10] Cuando Jaime Lusinchi asumió la presidencia en 1984, se planteó entonces alcanzar el equilibrio fiscal y se comprometió a pagar la deuda externa, y aunque rehusó llegar a acuerdo con el FMI, decidió recortar el gasto público en todos los campos.Aunque PDVSA logra la proeza de incrementar la producción petrolera en 12% en un año, esto sigue siendo insuficiente para el enorme gasto del gobierno, que entonces se apropia del superávit fiscal de años anteriores, resguardado en la Tesorería, y además devaliuó el bolívar frente al dólar (de 7.5 Bs./$ a 14.5 Bs./$).Otras quiebras bancarias continuaron a lo largo del año y hasta 1995».[18] En 1996 se registró una alta inflación, cuando alcanzó la cifra anual de tres dígitos, con 103,7%.[19] La crisis económica convivió e incluso desarrolló a su vez otras crisis políticas: el Caracazo en 1989, la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez y la suspensión temporal de las garantías constitucionales, declarada por el presidente Caldera en junio de 1994,[17] que fueron restituidas debido a la oposición que generó el hecho.