La crisis de legitimación se refiere a una disminución en la confianza en las funciones administrativas, en las instituciones, o en el liderazgo.[1] El término fue introducido por primera vez en 1973 por Jürgen Habermas, un sociólogo alemán y filósofo.[2] Habermas ha ampliado el concepto, alegando que, con una crisis de legitimación, una institución o una organización no tiene la capacidad administrativa para mantener o crear estructuras eficaces en el logro de sus metas finales.[7] En otras palabras, los actores, las instituciones y los órdenes sociales pueden considerarse legítimos o ilegítimos.[16] Según Max Weber, un régimen político es legítimo cuando los ciudadanos tienen fe en ese sistema.[18] Weber proporciona tres fuentes principales de gobierno legítimo: tradicional (siempre ha sido así), racional-legal (confianza en la legalidad) y carismático (fe en el gobernante).[15] Sin embargo, como explica Weber en su libro Economía y sociedad, estas formas ideales de legitimidad siempre se superpondrán necesariamente.Esto se debe al hecho de que las personas suelen personificar a las organizaciones y las caracterizan como autónomas.En otras palabras, si el electorado cree que la organización está violando las reglas del sistema político o económico por razones inmorales, entonces esto puede amenazar la legitimidad moral.[22][24] La organización puede obtener la legitimidad procesal mediante la adhesión a procedimientos socialmente formalizados y aceptados (por ejemplo, supervisión reguladora).[22][24] La legitimidad cognitiva se crea cuando una organización persigue objetivos que la sociedad considera apropiados y deseables.[25] Cuando una organización ha alcanzado este estado dado por sentado, está más allá de la disidencia.Por lo tanto, para mantener la legitimidad, una sociedad, constituida tanto por el gobierno como por los gobernados, debe participar en una revaluación continua y competitiva de sus objetivos y normas para garantizar que continúen satisfaciendo las necesidades de la sociedad.[47] Históricamente, estos generalmente han surgido en forma de revoluciones, golpes y guerras.[49] Max Weber, quien primero avanzó en este punto, lo resume a continuación: "cada ... sistema [de dominación] intenta establecer y cultivar la creencia en su legitimidad.El cambio hacia políticas capitalistas junto con la incapacidad del PCCh para acomodar una mayor presión para la liberalización política y la democratización eventualmente culminaron en el movimiento democrático chino y las protestas de la Plaza Tiananmen de 1989.En el Congo, por ejemplo, el estado colapsó debido a que sus respectivas instituciones (por ejemplo, ejército, ejecutivos, gobiernos locales, poblaciones) se negaron a reconocer la autoridad del otro y trabajar juntos.[55] Fue necesaria la intervención internacional y la instalación de un hombre fuerte con connivencia extranjera para reconstituir el estado.Chad, Uganda y Ghana son todos ejemplos de que esto; en cada uno de ellos, un régimen independiente exitosamente establecido pero disfuncional fue reemplazado por un régimen militar que logró concentrar el poder, pero fracasó en su manejo efectivo.[57] Para otros estados de Europa del Este, sin embargo, el comunismo soviético era un sistema extranjero importado.En última instancia, las plataformas populistas, que otorgaban a los campesinos tierra, estabilidad social y económica y beneficios sociales, dieron paso a brutales realidades colectivistas, ya que los líderes fueron acusados de las mismas reformas por las cuales fueron elogiados alguna vez.[58] El pueblo tunecino derrocó a Ben Ali, que había impuesto un estado policial.Desde la revolución, ningún grupo ha sido dominante,[70] aunque varias brigadas, o katibas, han podido ejercer una fuerza considerable.Para establecer la legitimidad democrática y la soberanía, el Consejo Nacional de Transición ha tenido que tratar con estas brigadas, un proceso que hasta ahora no ha tenido éxito debido a la desconfianza entre los dos cuerpos y la fuerza militarmente ilegítima pero independientemente tangible de las brigadas.Aunque la reforma llegó lentamente debido a la falta de apoyo de la comunidad internacional y la pobreza de los manifestantes:[75] Yemen es el país más pobre del mundo árabe - el movimiento anti Saleh ganó fuerza y altos funcionarios gubernamentales y líderes tribales se unieron a la oposición contra Saleh.[81] Debido a estas complicaciones, el Yemen se quedó sin un cuerpo político unificador legítimo.Las minorías en los Estados Unidos comenzaron a cuestionar la legitimidad del gobierno porque sentían que se les negaban sus derechos.En este caso, el sistema se adaptó a las necesidades de los ciudadanos y los Estados Unidos restablecieron la legitimidad.Muchos ciudadanos de los Estados Unidos no creían que esto fuera correcto.Sin el contrato social, los derechos naturales del pueblo, como la vida, la libertad y la propiedad,[87] están en peligro.
Un manuscrito de Tucídides', que según Morris Zelditch fue una de las primeras personas en escribir acerca de una teoría de la legitimación en el 423 a.C.
Primera página de la obra de Aristóteles,
Política
ca. 335-323 a.C.
Jean-Jacques Rousseau
Max Weber 1894
Unión Europea
Greenpeace
UNESCO
Robert K. Merton en la ceremonia de su doctorado
honoris causa
en Leiden, en 1965
Jean Paul Marat
Mao Zedong con trabajadores
Mobutu Sese Seko en 1973
Joseph Stalin
. Su modelo de comunismo perduró con éxito debido a una combinación de terror y carisma.
Ben Ali, expresidente de Túnez, fue depuesto por el pueblo Tunecino cuando comenzó la Primavera Árabe en su estado a finales de 2010.
Muamar el Gadafi, exlíder de Libia, detentó el poder durante cuatro décadas y luchó violentamente contra los manifestantes durante el 2011 en el levantamiento de la Primavera Árabe en Libia.
El expresidente Yemení Ali Abdullah Saleh dirigía un sistema de patronazgo básicamente tribal en Yemen.
Marcha de los Derechos civiles en Washington, DC, en agosto de 1963.