Partido del Renacimiento

[5]​ El compromiso entre Ennahda y su principal rival, el partido secular y centroizquierdista Nidaa Tounes para preservar la democracia como forma de gobierno, ha sido considerado como un elemento clave para la particularidad del éxito de la transición democrática en Túnez, en contraste con los resultados adversos en otros países afectados por la primavera Árabe iniciada en 2011.

Ghannouchi que se verá influenciado por la Hermandad Musulmana y por pensadores islámicos de la época como Muhaammad Qutb, Hassan al-Banna y Abu A´la Mawdudi, en 1969 junto con Mourou y otros jóvenes islamistas se une a la Asociación para la Preservación del Corán (APQ) que cuenta con el patrocinio del Gobierno.

[15]​ Así, este islamismo emergente va a aprovechar la rigidez de la política desturiana para convertirse en alternativa para muchos musulmanes conservadores.

Yihad Islámica será uno de los grupos escindidos del MTI que optará por la violencia.

En las elecciones a la Asamblea Constituyente, el partido fue el más votado y obtuvo 89 de los 217 asientos.

El partido ha condenado los actos violentos[18]​ y ha renunciado a la aplicación de la Sharia.

El término “islamo-democracia” es empleado para señalar a los partidos políticos que partieron de una ideología islamista clásica y han evolucionado ideológicamente para adoptar en su seno la democracia, el pluralismo y los derechos humanos.

El partido, de tendencia “islamo-liberal”, destaca por su disposición conciliadora y su talante prodemocrático.

[22]​ Como es bien sabido, la influencia de los Hermanos Musulmanes fue pivotal en el origen y desarrollo del islam político en Oriente Medio.

Este es un ejemplo del pragmatismo político que pilotó Ennahda a partir de las Primaveras Árabes.

Así pues, Ennahda reniega del modelo egipcio y acerca posturas con el AKP turco.

Por eso, junto con los Hermanos Musulmanes, el AKP turco es señalado como modelo y ejemplo por la propia dirección de Ennahda.

La formulación doctrinal del partido hunde sus raíces en las halaqas, grupos de tertulia en mezquitas y universidades en los que se debatía sobre los escritos de ilustres pensadores islamistas del Mashreq, como, por ejemplo, Hasan al-Banna o Sayyid Qtub.

Empero, fue la represión política, junto con la guerra civil en Argelia, el motivo de la radicalización del partido.

Esto dificultó la puesta en práctica de los cambios ideológicos que proponían Ghannouchi y otros líderes como Abdelfattah Mourou o Hamida Ennaifer.

No obstante, con el paso del tiempo se hizo evidente que Ennahda tan solo podría rebrotar en un sistema democrático.

Igualmente, el texto prohíbe la poligamia, declara la igualdad de todos los ciudadanos y se compromete a salvaguardar los derechos adquiridos por la mujer en Túnez, entre otras cosas.

Además, se incorporó la obligación de que todas las listas electorales fueran paritarias en género.

El congreso marcó un punto de inflexión en el desarrollo doctrinal del partido, una ruptura entre el pasado y el presente.

Ghannouchi recitó su sermón elevado en un estrado con una inmensa bandera tunecina detrás, dejando claro, de esta forma, que Ennahda reconocía y abrazada su identidad nacional tunecina y su especificidad local.

El partido escogía así la nación como marco y dejaba de lado la búsqueda del califato panislámico.

Por eso, con los ojos puestos en el Cairo, Ennahda quiso fijar la vista en este hecho y tomarlo como ejemplo para asegurar su supervivencia política.

El abandono tácito del islamismo como premisa política principal fue motivada por la libertad religiosa que, a ojos de Ghannouchi, la nueva Constitución procuraba.

[21]​ Por todo ello, a pesar de que el partido tiene una estructura interna cohesionada, Ennahda no se puede considerar como una fuerza política homogénea y monolítica.

Aunque su dirección nacional es eficiente y coherente, la formación ha sido menoscabada por una serie de tensiones internas.

Por el contrario, los partidos laicos se inclinaban por un sistema presidencial o semipresidencial que contrarrestase el poder de Ennhada.

El debate sobre esta cuestión llevó a un punto muerto en la comisión constitucional encargada de redactar los capítulos relacionados con el poder ejecutivo y legislativo.

Este ejemplo atestigua que, en el marco del proceso de transición tunecino, Ennahda puede considerarse como un partido en transición en sí mismo: tras su victoria electoral, se vio lanzado en primera línea en la difícil tarea de establecer un nuevo ordenamiento jurídico, lo que representó una prueba para el partido, que se ha visto obligado a llegar a compromisos y reaccionar ante las críticas procedentes de la oposición y la sociedad civil.

Saied ha denunciado la participación de Ennahda en la primera etapa del periodo posrevolucionario.

Tanto la opinión pública como las redes sociales atribuyen a Ennahda la responsabilidad de todos los males que afectan al país: el estancamiento económico, el altísimo desempleo juvenil, la corrupción, las desigualdades sociales, etc.

Rached Ghannouchi en una reunión