Vida cotidiana de la Antigua Grecia

A pesar de la modestia en la que vivían muchos griegos, estos tenían un especial cuidado por su higiene personal.También surgieron los baños públicos, lugares de encuentro y discusión, solo para hombres, porque las mujeres no concurrían a ellos.Solían hacer sus necesidades al aire libre, aunque a veces se empleaba una especie de inodoro denominado amis y también existían orinales infantiles.[1]​ Para los hombres, la barba larga era lo habitual hasta que, en el periodo helenístico, se extendió la costumbre de afeitarse la cara.En la Antigua Grecia los trajes se solían confeccionar en las casas, habitualmente por las mujeres, con ayuda de herramientas como telares, husos y ruecas.[3]​[4]​ Una de las principales vestiduras en la Antigua Grecia era el quitón, que era una túnica comúnmente sin mangas que se ceñía a la cintura y llegaba hasta las rodillas en los hombres y hasta los pies en las mujeres.Una prenda exclusivamente masculina que los hombres se ponían a veces cuando iban de viaje o a la guerra era la clámide, una capa rectangular en tres de sus lados y algo circular en la parte que rodeaba el cuello, más corta que el manto y abrochada con una fíbula sobre el hombro derecho.En la Antigua Grecia los encargados de hacer la compra eran los hombres, en el ágora, acompañados por un esclavo.El vino, que a veces se mezclaba con agua y con miel, solía tomarse al final de la cena.Las mujeres, ayudadas por esclavas, eran las encargadas de guisar, aunque a partir del periodo helenístico, algunas casas contaban con un cocinero.[5]​[6]​ En la época clásica las comidas del día eran un desayuno (ἀκρατισμός / akratismós), compuesto de pan de cebada mojado en vino puro (ἄκρατος / ákratos); al que eventualmente se le agregaban higos; un almuerzo (ἄριστον / ariston) somero, que se tomaba al mediodía o al principio de la tarde; y una cena (δεῖπνον / deĩpnon), la comida más importante del día, que tenía lugar generalmente a la caída de la noche.Los racimos son estrujados con los pies en grandes tinas y el mosto se dejaba fermentar en tinajas.La primavera era la estación lluviosa, y los granjeros aprovechaban la lluvia para preparar las tierras de barbecho.Los griegos no usaban estiércol, posiblemente debido al poco ganado bovino que poseían.[9]​ Aristóteles daba por supuesto la necesidad de esclavos en abundancia y Jenofonte proponía como proporción ideal 3 a 1.Inicialmente, en los periodos arcaico y clásico, la educación tenía un carácter privado, reservado esencialmente a las élites sociales.A partir del periodo helenístico, sin embargo, la educación pasó a control público, en el que cada polis reglamentaba su propio calendario y sistema educativo, por tanto podía haber sustanciales diferencias entre diferentes territorios.Los niños solían estar al cuidado de la madre o la niñera aproximadamente hasta los siete años.Por otra parte, una de las instituciones que fueron más comunes en la Antigua Grecia era la efebía, en la que jóvenes de edades aproximadas entre 18 y 20 años se formaban militarmente y también para ejercer como ciudadanos.[10]​ La educación espartana (“agogé”), sistema educativo introducido a partir de Licurgo, se caracteriza por ser obligatoria, colectiva, pública y destinada en principio a los hijos de los ciudadanos, aunque parece que en ocasiones se debió admitir a ilotas o periecos, y los hijos de un ateniense como Jenofonte se educaron en Esparta.Los muchachos deben ir descalzos, solo se les proporciona una túnica al año y ningún manto y, sometidos a una subalimentación crónica, se les fuerza a buscarse su propio sustento mediante el robo.Muchas ciudades también honraban a los dioses más conocidos con ritos locales característicos y les asociaban extraños mitos desconocidos en los demás lugares.Entre los rituales se concedía gran importancia a los sacrificios, que podían ser colectivos —y en ese caso solían ir precedidos por una procesión en la que se llevaban las víctimas y los instrumentos necesarios— o privados —realizados a veces en recintos sagrados públicos y otras en altares domésticos.Se prepararon recetarios que incluían sedantes, purgantes, astringentes y diuréticos.El método hipocrático era muy acertado al tratar dolencias simples tales como las fracturas y luxaciones óseas.En los partos, tenían una función fundamental las comadronas, algunas de las cuales llegaron a alcanzar un gran prestigio.Estas debían haber sido madres y no estar ya en edad reproductiva.Para los niños más mayores existían peonzas, aros, cometas, carretes (usados como yo-yo) y muñecas realizadas con terracota o madera tallada entre las cuales se han hallado incluso con brazos articulables.
Estatuas de un hombre y una mujer en Delos vistiendo el himatión.
Salero de cerámica barnizado en negro, siglo V a. C., Museo del Louvre .
Ánfora del siglo VI a. C. del Pintor de Antimenes donde se representa la recogida de la oliva, expuesta en el Museo Británico .
Relieve con la representación de una ofrenda a Artemisa con motivo de la venida al mundo de un recién nacido. Entre los objetos ofrendados hay un animal, varios vestidos, una bandeja con fruta, y una pequeña caja. De finales del siglo IV a. C., se expone en el Museo Arqueológico de Lamía .
Comadrona asistiendo a una parturienta, figurilla de terracota griega de Chipre , principios del siglo V a. C., Museo Arqueológico Nacional de Atenas .
Aquiles y Áyax jugando a los dados. Museo británico. Londres.