Ritos funerarios de la Antigua Grecia

[3]​ Las prácticas rituales que se realizaban tras un fallecimiento solían tener lugar en el ámbito privado, dentro de las casas.

En ocasiones se colocaba en la tumba un pastel de miel destinado al perro que habitaba en el Hades, Cérbero.

En la tumba se depositaba un ajuar cuya composición dependía de la edad, sexo, y grupo social del difunto.

Pero los legisladores más famosos hicieron de aquella práctica un punto interesante en sus códigos.

Platón en su República no permite que se destinen para sepultura las tierras aptas para el cultivo sino las arenosas, áridas e inútiles.

Los tarentinos siguieron los mismos estilos pero habiendo en una ocasión consultado el oráculo, este les respondió que serían mucho más felices si cum publibus habitarent.

Sin embargo, toda la doctrina religiosa y la religión griega se dirigían a observar las leyes que ordenaban llevar los cadáveres lejos de las habitaciones.

Ni sirve decir que en aquellas remotas ciudades se hacía poco caso de los sepulcros porque en ningún otro tiempo los hombres han tenido tanto cuidado sobre este particular ni ha brillado tanto el lujo como entonces.

Urnas funerarias , Ática , siglo VI a. C.
Escena de un difunto en su lecho fúnebre rodeado de plañideras en una crátera del Maestro del Dípilon , c. 750 a. C. ( Museo del Louvre ).
Lápida funeraria griega, 100 a. C.