El nombre cosaco (казак, козак) se usaba ampliamente para describir 'personas libres' como oposición a otras con diferente prestigio en una sociedad feudal (campesinos, nobles, clérigos, etc.).
Los cosacos del Don tienen una tradición corista y muchas de sus canciones, tales como «Cuervo negro» (Chorny Voron) y «Está bien, hermanos, está bien» (Lyubo, bratsi, Lyubo), se hicieron famosas por todo el resto de Rusia.
Tres de los rebeldes rusos más importantes: Stenka Razin, Kondraty Bulavin y Yemelián Pugachov, fueron cosacos del Don.
Bajo el mandato del Conde Matvéi Plátov, los cosacos lucharon con éxito contra la Grande Armée.
El atamán Plátov dirigió todas las tropas cosacas y cubrieron con éxito la retirada del ejército ruso hacia Moscú.
Los cosacos del Don se distinguían a sí mismos en todas las campañas que vendrían posteriormente y tomaron parte en la captura de París.
A Napoleón se le atribuye la declaración: «Los cosacos son las mejores tropas ligeras de entre todas las existentes.
Tras la derrota del Ejército Blanco en la Guerra Civil Rusa, tuvo lugar un plan de descosaquización (Raskazáchivaniye) sobre los cosacos supervivientes y sus tierras natales puesto que eran vistos como una amenaza en potencia sobre el nuevo régimen soviético.
Una parte enorme de los cosacos fueron antiguos ciudadanos rusos que eligieron luchar no tanto por Alemania sino contra la Unión Soviética.
Hicieron su debut formal en concierto en Viena en 1923, dirigidos por su fundador, director y compositor: Serge Jaroff.