Corín Tellado

En 1939, tras la guerra civil española, su padre fue ascendido a primer oficial y la familia se instaló en Cádiz.

Comenzó a publicar también novelas para la editorial Cies, y al año siguiente la editorial Bruguera la incluyó en su nómina de escritores y le encargó una novela corta a la semana (los autores cobraban por obra entregada, no por número de ventas).

En 1962 la UNESCO declaró que Corín Tellado era la autora más leída en castellano después de Cervantes.

Al año siguiente empezó a trabajar en la Editorial Rollán, la cual publicó una colección de novelas certificadas como "inéditas".

En 1975 el escritor Guillermo Cabrera Infante estudió su obra en un capítulo de su libro O.

Cabrera Infante, dijo que la lectura de sus novelas fue determinante para su posterior dedicación a la escritura.

Le dijo a la autora: "Conozco muchas novelas tuyas, que he leído por obligación pero también con gusto.

En 1981 viajó a Chile invitada y se dio cuenta de su enorme popularidad en América.

Empezó a escribir cuentos de literatura juvenil para las editoriales Júcar y Cantábrico.

En 1989, un diccionario enciclopédico acreditó que llevaba ya escritas 2243 novelas, aunque seguramente sus obras publicadas eran casi el doble si se cuentan sus relatos para Vanidades.

Sus obras continúan reeditándose en formato digital, por lo que es posible encontrar incluso muchas de sus novelas más antiguas.

Sus obras tuvieron un éxito especial en Latinoamérica, donde impulsaron la creación de la telenovela y el serial televisivo.

A pesar de ser su máxima representante, ella no consideraba que escribía "novela rosa" o romántica.

Otra diferencia con las escritoras europeas del género romántico, es que las novelas de Corín Tellado transcurren en la actualidad y no en otras épocas, casi siempre ambientaba sus novelas en España, Inglaterra o Estados Unidos si el argumento lo requería.

Al momento de su deceso su literatura había evolucionado con los tiempos, sabiendo reflejar la realidad social contemporánea, tratando temas como la independencia económica femenina, el maltrato, la infertilidad o la drogadicción.