Convento de Santo Domingo y Capilla del Rosario

En la segunda mitad del siglo XIX fue cedida a los jesuitas, que siguen rigiendo hoy día el templo.[5]​ El recinto del convento ocupaba lo que hoy es la manzana donde están el Teatro Romea y el colegio Cierva Peñafiel, lindando con la Acequia Mayor Aljufía, que dotaba de agua a los huertos del convento.En 1871, los jesuitas se asentaron en esta iglesia tras su regreso a España,[6]​ siendo aún hoy su sede en la ciudad.Iniciada a expensas de la poderosa cofradía del Rosario en 1543, se consagró en 1575.La portada, atribuida a Pedro Monte, de medio punto está flanqueada por dos semicolumnas estriadas que sostienen un entablamento y frontón muy al gusto del renacimiento, sobre el que se abre una hornacina con la escultura de la Virgen con el Niño, atribuida al hermano Domingo Beltrán.La capilla y la iglesia de Santo Domingo estuvieron separadas por una verja y coro alto, eliminados al reedificar el nuevo templo en el siglo XVIII, pasando a estar completamente conectadas.[11]​ En la parte superior de la misma aparece la figura del dominico San Vicente Ferrer en actitud de predicar desde un falso balcón, conmemorando las predicaciones que el santo valenciano realizó en esta plaza en 1411.Completaban la decoración de la Capilla los frescos del ábside, también debidos a Gilarte (1664-1667), tapados con posterioridad por un retablo barroco realizado entre 1710 y 1711, obra de José Caro, que al sufrir daños durante la Guerra Civil, permitió recuperar los frescos.
Arco de Santo Domingo que comunica la capilla del Rosario con el palacio Almodóvar
Imagen de la fachada monumental de la Iglesia de Santo Domingo, que preside la Plaza del mismo nombre
Portada principal de la iglesia de Santo Domingo, entre la plaza Julián Romea y la calle Echegaray