[4][5] Organizaciones tales como el libertario Competitive Enterprise Institute, comentaristas conservadores y algunas empresas como ExxonMobil han impugnado los escenarios IPCC de cambio climático, financiado a científicos que disienten del consenso científico y proveído sus propias proyecciones del costo económico de controles más estrictos.
[17] En Europa, la noción de influencia humana en cuestiones climáticas ganó amplia aceptación y más rápidamente que en EE.
El director del Ipsos Mori de estudios ambientales, Phil Downing, dijo que la gente había sido influida por los argumentos en contra.
Ejemplos de pobre entendimiento es la confusión pública entre calentamiento global antropogénico y agotamiento del ozono u otras cuestiones ambientales.
[31] Hay una diferencia notable entre la opinión de los científicos y la del público en general en EE.
Además se marca como objetivo un complicado pacto mundial en 2015 que debe incluir a Estados Unidos, China, India y Rusia.
Este es también el tema de un reciente libro del abogado ambientalista Robert F. Kennedy Jr.
Otro texto sobre este tópico es El asalto a la razón, del exvicepresidente Al Gore.
Instancias más tempranas también se incluyeron en el libro The Heat is On, de Ross Gelbspan.
Algunos críticos del consenso científico sobre el calentamiento global han argumentado que estas cuestiones no deben estar vinculadas y que la referencia a ellos constituye un injustificado ataque de argumento ad hominem.
[33] El politólogo Roger Pielke, Jr., respondiendo a Mooney, ha argumentado que la ciencia está inevitablemente entrelazada con la política.
En la actualidad, ningún organismo científico de prestigio nacional o internacional ha emitido una declaración en contra.
UU. a menudo dicen que hay un acuerdo prácticamente unánime en la comunidad científica en apoyo de los causados por el calentamiento global.
Otros sostienen que tanto proponentes y opositores se han ahogado o están en la clandestinidad.
En 2001, dieciséis Academias Nacionales de Ciencias hicieron una declaración conjunta sobre el cambio climático.
En una presentación de Naomi Oreskes en: La negación en EE.UU. del Calentamiento Global,[46] Oreskes relató el siguiente incidente: Cuando el informe del IPCC salió, Seitz, Nierenberg, y ahora un cuarto físico, S. Fred Singer, lanzó un ataque muy personal sobre Santer.
En una carta abierta al IPCC, que enviaron a numerosos miembros del Congreso de EE.UU., Singer, Seitz, y Nierenberg acusaron a Santer de hacer cambios "no autorizados" al informe del IPCC[...] Ellos siguieron a aquel informe con un artículo de opinión en el Wall Street Journal titulado "Una Enorme Decepción sobre el Calentamiento Global", pieza escrita por Seitz, en el que afirma que el efecto de los supuestos cambios fueron "para engañar a los responsables políticos y al público".
Este relato fue corroborado por el presidente del IPCC y por todos los otros autores de los capítulos.
"[48] No hay una solución obvia a este problema, ya que los científicos con conocimientos suficientes para servir en el IPCC y los científicos que han escrito trabajos notables en el campo son esencialmente los mismos grupos.
[50] Stephen McIntyre dijo en su blog que partes del informe se basan en datos de prensa.
[64] La comunidad meteorológica ha respondido con escepticismo, en parte, porque las teorías de esta naturaleza han sufrido idas y venidas durante el curso del siglo XX.
Muchas de estas explicaciones especulativas han salido mal paradas del paso del tiempo, y en un artículo («Actividad solar y clima terrestre, un análisis de algunas pretendidas correlaciones», en Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, pág.
Al igual que Lassen y Thejil, encontraron que los factores naturales daban explicación al calentamiento gradual hasta aproximadamente 1960, seguido posteriormente de un retorno a las temperaturas de finales del siglo XIX, lo cual era consistente con los cambios graduales en el forzamiento solar a lo largo del siglo XX y la actividad volcánica durante las últimas décadas.
[67] Sin embargo, estos factores no podían explicar por sí solos el calentamiento en las últimas décadas.
[68] En 2008 apareció un estudio (Lean y Rind, 2008) que revaluaba la influencia de los fenómenos naturales en el calentamiento, dando como resultado que la actividad solar, lejos de contribuir al mismo, podrían incluso haber enfriado el clima ligeramente.
Una continuación del mismo estudio que se publicará en 2009 pronostica que los ciclos esperados tanto de actividad solar como del ENSO provocarán un calentamiento más intenso durante cinco años, en contraste con los siete anteriores, donde dicha actividad lo contrarrestó.
Con el objetivo de sugerir que Washington implementara medidas contra el recalentamiento planetario al margen del protocolo aprobado en 1997, destacaron la cooperación en la materia de su país con América Latina, Australia, Canadá, China, India, Italia y Japón.
Durante la 18.ª Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 18), se ratificaría un segundo periodo al Protocolo de Kioto, pero este recibió poca atención por parte de los países más industrializados: Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá, en los que la financiación no se concretó, pues varios países admitieron que ni Estados Unidos ni Europa pueden aportar nada en este momento.