[1][2][3] Muchos de los que niegan, descartan o dudan injustificadamente del consenso científico sobre el calentamiento global antropogénico se autodenominan "escépticos del cambio climático",[4][2] lo cual, según han señalado varios científicos, es una descripción inexacta.
[12] La campaña para socavar la confianza del público en la ciencia del clima ha sido descrita como una "máquina de negación" organizada por intereses industriales, políticos e ideológicos, y apoyada por medios de comunicación conservadores y blogueros escépticos para fabricar la incertidumbre sobre el calentamiento global.
[16][17][12] Quienes promueven el negacionismo suelen utilizar tácticas retóricas para dar la apariencia de una controversia científica donde no la hay.
[18][19] Las campañas organizadas para socavar la confianza del público en la ciencia del clima están asociadas a políticas económicas conservadoras y respaldadas por intereses industriales que se oponen a la regulación de las emisiones de CO2.
[24] Ya en los años 1970, las empresas petroleras publicaban investigaciones que coincidían ampliamente con la opinión de la comunidad científica sobre el calentamiento global.
"[31] La revista Newsweek reportó en 2007 que la negación del calentamiento global es una campaña coordinada y financiada por científicos opositores, think tanks liberales e industriales que "ha creado una niebla paralizante de dudas alrededor del cambio climático.
"[32] Newsweek ha publicado una refutación del redactor Robert J. Samuelson, llamando a "la vasta sobresimplificación de una desordenada historia" y "fundamentalmente engañosa".
Argumentando que "los periodistas deberían resistir la tentación de retratar el calentamiento global como un concepto moral... donde quien cuestione su gravedad o proponga otras soluciones sea ridiculizado".
Las fotografías, un secreto bien guardado durante la administración del presidente George W. Bush, fueron clasificadas por la Casa Blanca para que no salieran a la luz.
Los dos lobbies usaron la misma terminología, pareciendo haber sido inventado por los consultores de Philip Morris.
La "ciencia basura" con estudios con revisión por pares mostraron que fumar está ligado con cáncer y otras disfunciones.
Ambos lobbies reconocieron que su mejor oportunidad de evitar la regulación era desafiar el consenso científico.
[45] Guardian ha reportado que, en 1993, Philip Morris estableció the Advancement of Sound Science Coalition (TASSC) en conjunto con la firma de RR.PP.
[45] Una encuesta llevada a cabo por la Royal Society halló que en 2005 la ExxonMobil distribuyó $2,9 m a 39 grupos que la Sociedad llamó "tergiversadores de la ciencia del cambio climático mediante la negación pura y simple de las pruebas".
"[42] En 2006, Luntz declaró que todavía "en '97, '98, la ciencia era incierta", pero en la actualidad está de acuerdo con el consenso científico.
Entre los patrocinadores de Soon, se encontraba el American Petroleum Institute, ligado a Industrias Koch.