[1] Algunos consideran esta la primera fase de la controversia, que se refiere principalmente a si los cristianos deben seguir la práctica del Antiguo Testamento; véase también las opiniones cristianas sobre la Antigua Alianza y los judaizantes.
Ireneo registra la diversidad de prácticas respecto a la Pascua que había existido al menos desde la época del papa Sixto I (c. 120).
De estas cosas dan testimonio todas las Iglesias asiáticas, así como los hombres que han sucedido a Policarpo hasta el presente».
Según Eusebio, se convocaron sínodos y se intercambiaron cartas, pero al final, tras sobrepasar su límite, Víctor, el obispo de Roma, fue reprendido y tuvo que dar marcha atrás.
En cambio, en Alejandría, y al parecer en el resto del Imperio romano, los cristianos calculaban la fecha de la Pascua por sí mismos, sin prestar atención a los judíos.
Los misioneros romanos que llegaron a Gran Bretaña en tiempos del papa Gregorio I (590-604) encontraron que los cristianos británicos se adherían a un sistema de computus de la Pascua diferente al utilizado en la cuenca del Mediterráneo.
Este ciclo de 84 años (llamado latercus) dio paso al computus alejandrino por etapas.
Todas las iglesias protestantes del Occidente cristiano acabaron adoptando el calendario gregoriano en diversas etapas posteriores.
La Iglesia Ortodoxa y la mayoría del Oriente cristiano continúan con la práctica más antigua alineada con el calendario juliano.