Control de la población

El control poblacional se lleva a cabo actuando básicamente sobre dos variables: la reproducción o procreación —índice de natalidad— y la mortalidad.

La República Popular China es uno de los ejemplos más impactantes en el control poblacional en las últimas décadas, mediante procedimientos legales y económicos, que obligan por ejemplo a pagar multas y hacerse cargo del coste de los servicios sanitarios a quienes sobrepasan los límites marcados, generalmente uno o dos hijos por pareja.

Los movimientos migratorios humanos a gran escala suelen causar graves conflictos y desequilibrios entre comarcas o países.

También han diezmado fauna o flora que perjudicaba sus intereses y suponía una amenaza (maleza, arañas, serpientes, lobos, etc.).

El control según su estilo e intensidad puede producir diferentes resultados, tanto positivos como negativos, tales como la eugenesia (reproducción selectiva), evolución inducida, extinción, explotación y esclavitud.

Mapa del mundo que muestra los países por la tasa de fertilidad. Periodo 2005-2010.
7-8 hijos 6-7 hijos 5-6 hijos 4-5 hijos
3-4 hijos 2-3 hijos 1-2 hijos 0-1 hijos