Compuestos intermedios que contienen yoduro son comunes en las síntesis orgánicas, debido a la fácil formación y ruptura del enlace C-I.
Un reactivo representativo es el yoversol (ver imagen a la derecha),[4] que tiene sustituyentes diol para mejorar la solubilización de agua.
En términos de salud humana, los organoyodados más importantes son las dos hormonas tiroideas: la tiroxina ("T4") y la triyodotironina ("T3").
La suma del yodometano producido por el medio ambiente marino, la actividad microbiana en los arrozales y la quema de material biológico se estima en 214 kilotones por año.
[7] El yodometano volátil es degradado por reacciones de oxidación en la atmósfera y así se establece el ciclo mundial del yodo.