UU., quienes patentaron el diseño básico en 1860 como bomba de aire para su uso en altos hornos y otras aplicaciones industriales.
Además, el funcionamiento del compresor en sí requiere un aporte de energía, que se convierte en calor y puede transferirse al gas a través de la carcasa del compresor, calentándolo más.
Un refrigerador intermedio reduce la eficiencia termodinámica al perder el calor (potencia) introducido por la compresión, pero aumenta la potencia disponible debido al aumento de la masa de trabajo para cada ciclo.
El motor diésel de dos tiempos del Grupo Rootes, usado en los vehículos Commer y Karrier, tenía un compresor del tipo Roots (las dos compañías, la americana Roots y la británica Rootes no están relacionadas entre sí).
Algunas sirenas de defensa civil utilizaron compresores Roots para bombear aire al rotor.
También se usan en modo pasivo (dejando que los rotores giren impulsados por un flujo pasante) para medir el caudal de gases o líquidos, por ejemplo, en medidores de gas.
Si la bomba se usa más allá de sus especificaciones, la compresión del gas genera suficiente calor como para que los lóbulos se expandan hasta el punto de atascarse, dañando la bomba.
Las bombas Roots son capaces de impulsar grandes volúmenes pero, como solo logran una compresión moderada, no es raro verlas en múltiples etapas, frecuentemente con intercambiadores de calor intermedios para enfriar el gas.
Se pueden lograr relaciones de compresión más altas pero con una eficiencia decreciente.
Cualquier compresor Roots funcionando en determinadas condiciones tiene asociado un punto en el gráfico.
La eficiencia volumétrica de un compresor tipo Roots es muy buena, por lo general, se mantiene por encima del 90% en todas las velocidades, excepto las más bajas.
Debido a esto, un compresor que funciona con una baja eficiencia energética, todavía entregará mecánicamente el volumen de aire deseado al motor, pero ese aire estará más caliente.
El término compresor se usa para describir diferentes tipos de sobrealimentadores.
Por el contrario, un turbocompresor, que utiliza la presión de los gases de escape para hacer girar su turbina (y no un enlace mecánico directo), generalmente no se considera un "compresor", sino simplemente un "turbo".