El próximo Gran Maestre, Giovanni Paolo Lascaris, estaba más interesado en los asuntos coloniales.
[3] En ese momento, Poincy comenzó a invertir fuertemente en la construcción de proyectos en la isla:[4] extendió el dominio francés a otras islas, estableció el primer asentamiento europeo en San Bartolomé, en 1648,[5] y fundó un asentamiento en San Croix en 1650-1651.
[6] A mayores, envió 300 hombres más para reforzar y hacerse cargo del pequeño asentamiento francés en la isla de San Martín, situada en las Antillas Menores.
[4] Se vio envuelto en un conflicto con los misioneros capuchinos, que desaprobaban la complicidad del gobernador con los protestantes locales ingleses, holandeses y hugonotes, y su negativa a liberar a los hijos de los esclavos bautizados.
[3] Poincy también provocó resentimiento por su trato severo con los sujetos que se resistieron a él.
[3] En este momento, la Compañía estaba languideciendo, Poincy mismo, al desafiar su autoridad, había demostrado su ineficacia.
[8] Los derechos de propiedad de la Orden se confirmaron en un tratado con Francia dos años más tarde: mientras el rey se mantendría soberano, los Caballeros tendrían jurisdicción temporal y espiritual completa en sus islas.
Construyó fuertes e impresionantes fortificaciones en San Cristóbal junto con iglesias, caminos, un hospital y su propia residencia, el Château de la Montagne.
El asentamiento en San Bartolomé sufrió un ataque del pueblo caribeño, y los que no fueron asesinados abandonaron la isla.
Jean-Baptiste Colbert, mucho más interesado en la colonización que Mazarino, ahora estaba en el poder en la corte del rey Luis XIV, y presionó a los Caballeros para vender.
En 1665, los Caballeros vendieron su colonia a la recién formada Compañía francesa de las Indias Occidentales.
Más adelante en el siglo, Étienne-François Turgot, un administrador colonial y hospitalario, intentó sin éxito establecer a los malteses en la Guayana Francesa.
[3][11] El corto período de ocupación hospitalaria todavía se recuerda en las diferentes islas.
Croix se encuentran referencias frecuentes a las «siete banderas» en la historia de la isla, contando a los Caballeros de Malta junto con los Estados Unidos y cinco naciones europeas que la han gobernado.