Teatro de los Caños del Peral

[1]​ La afición del primer borbón, Felipe V, por la ópera italiana, sirvió de pretexto para la construcción del último gran corral de comedias madrileño: el primer coliseo de los Caños del Peral, así llamado por levantarse en un solar cercano a los lavaderos con ese nombre conocidos y construidos en 1542.[4]​ Manuel Juan Diana, en su Memoria Histórico-Artística del Teatro Real (Madrid, 1849), da noticia de la solicitud en 1708 del actor Francesco Bartoli, capocómico de la compañía italiana, "Los Trufaldines", para levantar un corral junto a los lavaderos, por ser lugar concurrido.El nuevo teatro, sin embargo, fue posible gracias al mecenazgo de Francisco Palomares que retuvo la propiedad del coliseo hasta 1792 en que pasó a la administración municipal.También se utilizó para bailes de máscaras según el gusto francés.También merece destacarse la incorporación a la compañía del teatro del tenor y compositor Manuel García, que, entre otras obras, presentó en Madrid, en 1802, Las bodas de Fígaro, de Mozart.
Tertulia de mujeres en el antiguo corral de los Caños del Peral, Madrid (1809)