Colaboró en gran número de periódicos, entre ellos el Semanario Pintoresco Español y La Ilustración, usando a veces el pseudónimo "El Curioso Impertinente".
Entre sus obras teatrales se encuentran varias escritas en colaboración: con Juan Eugenio Hartzenbusch son ¡Es un bandido!
o juzgar por las apariencias (1843) y Receta contra las suegras (1862);[1] con Francisco Navarro Villoslada es la comedia Los encantos de la voz (1844); con Gregorio Romero Larrañaga son Receta sobre los sueños y La cruz de la torre blanca; en colaboración con Gregorio Romero Larrañaga y con Francisco González Elipe es La vieja del candilejo, pieza sobre Pedro I el Cruel.
Otras obras suyas son los dramas Dos españoles en Flandes (1860) y El toque de oración (1860), y las comedias Yo no me caso (1840), No siempre el amor es ciego (1841), Casualidades (1843), Cuánto vale una lección (1848) o Los trapisondistas (1863).
Suya es la obra Memoria histórico-artística del Teatro Real de Madrid (1850).