Una cosa rara

Entre los momentos de mayor inspiración se señalan la obertura, el primer coro y el final del acto primero.

Concretamente en una seguidilla cantada por Lilla y Ghita con acompañamiento de coro.

Da Ponte también pondría texto a varias óperas de Mozart.

El público asistía masivamente a todas las funciones, prolongando las temporadas e incluso se compraban sus partituras para cantarlas en la calle.

La acción se desarrolla en un pueblo de Sierra Morena, a finales del siglo XV.