Clásica de San Sebastián 2015

El ganador final fue Adam Yates, quien no supo que fue el ganador hasta metros después de cruzar la meta debido a diversos incidentes que se produjeron en los últimos kilómetros (véase: Caótica retransmisión y atropello de Van Avermaet).

Completaron el podio Philippe Gilbert y Alejandro Valverde, respectivamente, al encabezar un grupo perseguidor que llegó a 15 s.[2]​ En las clasificaciones secundarias se impusieron Nathan Haas (montaña y metas volantes) y Astana (equipos).

El avión que servía de enlace para la retransmisión sufrió una avería durante la misma y no se pudieron ver los últimos kilómetros de la prueba (aproximadamente desde 30 km a meta), solamente los últimos 7 km.

[6]​[7]​ Tal fue el caos que ni el propio ganador supo que él fue el primero en llegar a meta y por ello perdió segundos en intentar hablar con su director para saber la situación de la carrera pero fue en vano debido a los ruidos de los aficionados,[8]​ de hecho posteriormente declaró que sufrió una caída y pensaba que había escapados por delante.

El equipo de Greg, el BMC, emitió un duro comunicado pidiendo responsabilidades económicas a los organizadores diciendo que "ha costado millones de dólares al equipo por la publicidad perdida", además añadieron que "esta es la segunda vez este año hemos tenido un incidente con un organizador local de una carrera WorldTour, donde han actuado de una manera escandalosa"[11]​ en alusión al accidente que tuvo otro corredor de su equipo, Peter Stetina, que junto a otros corredores sufrieron una aparatosa caída durante la primera etapa de la Vuelta al País Vasco 2015, de los mismos organizadores que la Clásica de San Sebastián, por unos bolardos mal señalizados.