Términos como Documentación, Documentalística e Información científica, se han empleado para definir, en esencia, a un mismo fenómeno que, como resultado del continuo desarrollo humano y tecnológico, ha experimentado diferentes fases en su evolución.
El siglo XX vino acompañado de grandes descubrimientos científicos y transformaciones tecnológicas, que ampliaron notablemente el conocimiento del hombre acerca del mundo que le rodeaba y que, a su vez, condujeron a cambios en la forma de interactuar con él.
El acceso a información científica y tecnológica relevante, actualizada, constituía una necesidad.
Surgió, así, una nueva ciencia y un nuevo profesional, que aun cuando compartían algunas de las labores comunes a la actividad bibliotecaria, tenían ante sí exigencias más complejas que requerían de una especialización.
La documentación presentaba particularidades específicas que la diferenciaban de la Bibliotecología y la Bibliografía.
Nuevas teorías, conceptos y tecnologías vinculados al uso y recuperación de la información surgirían: el empleo de los Microfilms generó una nueva dimensión para la recuperación de la información; se crearon las máquinas selectoras que permitían el análisis documental con tarjetas perforadas sobre Equipos IBM;2 en 1935, el inglés Charles Babbage diseñó la primera computadora digital, conocida como «máquina analítica» y aunque preparó todos los planos para su fabricación, nunca la pudo construir porque en esa época no existían las piezas que él necesitaba; Claude Elwood Shannon publicó su tesis de maestría A Symbolic Analisys of Relay and Switching Circuits donde apareció, por vez primera, la definición de dígito binario y en Alemania, Konrad Zuse desarrolló el modelo experimental de una computadora binaria.
En las sociedades tradicionales estaban bien definidas las funciones del individuo, había una armonía entre la naturaleza, la sociedad y el hombre.
La sociedad de hoy no esta cautiva en las condiciones pasados o en las presentes, sino que se orienta hacia el futuro.
La ciencia trata de establecer verdades universales, un conocimiento común sobre el que exista un consenso y que se base en ideas e información cuya validez sea independiente de los individuos.
Esta rama se ha ampliado considerablemente desde la década de los 90, y es en estas bases iniciales que los estudios multimedia en Alemania básicamente se han desarrollado y establecido a sí mismos.
Una de las primeras publicaciones en esta nueva dirección es el volumen editado por Helmut Kreuzer, Literature Studies-Media Studies (Literaturwissenschaft–Medienwissenschaft), que resume las presentaciones dadas en Düsseldorfer Germanistentag en 1976.
El término Wissenschaft no se puede traducir literalmente como ‘estudios’, pues de esta forma nos vienen a la mente tanto los métodos científicos como las humanidades.
En consecuencia, la teoría mediática alemana combina filosofía, psicoanálisis, historia y estudios científicos con la investigación media-specific.
Actualmente, casi todas las universidades australianas enseñan ciencias de la información.
El curso pasó a formar parte del currículo de secundaria superior (que más tarde se convertiría en el Victorian Certificate of Education o VCE) en los ochenta.
Una de ellas es la Communication University of China (conocida anteriormente como el Beijing Broadcasting Institute), que se fundó en 1954.
La CUC cuenta con 15.307 estudiantes a tiempo completo, de los cuales 9.264 son no licenciados y 3.512 son candidatos a doctorados o másteres; así como también con 16.780 estudiantes matriculados en programas de educación continua.
[6]Éstas abarcan temas de investigación estudiados por otras disciplinas establecidas desde mucho tiempo como sociología, derecho, historia, psicología, economía, ciencias políticas.
Constituyéndose en el sector más dinámico con una producción científica muy rica y con docencia de calidad.
En los próximos 4 o 5 años se espera que la industria sume 80 000 crores (800 mil millones de rupias) anualmente.
De hecho, ambos estudios tienden a tomar elementos prestados el uno del otro.
Los estudios cinematográficos en Nueva Zelanda son muy prósperos, esto se debe especialmente a la industria cinematográfica neozelandesa y que se enseña tanto en institutos de educación secundaria como terciaria.
En Reino Unido, los estudios cinematográficos se desarrollaron en los 60 desde la academia de Inglés, y desde crítica literaria en general.
Sin embargo, el objetivo de tales programas a veces excluye ciertos medios –películas, editoriales, videojuegos, etc.
Este consiste en un programa interdisciplinario que combina la Comunicación, la Informática y las Artes.