Choquequirao (a veces también como Choqequirau o Choqekiraw) es conocida como la "hermana sagrada" de Machu Picchu por la semejanza estructural y arquitectónica con esta.
Alternativamente se puede partir de Abancay y recorrer 42 km por la carretera rumbo a Cusco, para desviarse hacia Cachora.
También es posible acceder por otros poblados aledaños, sin embargo la ruta puede ser más accidentada.
[8] Dia1 Cachora-playa Rosalina-Santa Rosa Salir de Cachora en la mañana temprano, a más tardar a las 6 de la mañana, por no sufrir mucho el calor intenso del cañón del Apurímac.
La playa Rosalina es el punto mas bajo del trek y se encuentra a 1400 msnm.
Presumiblemente esta ciudadela fue usada como un garita de control para asegurar el acceso a las áreas de Vilcabamba, que conectaba la selva con otros centros importantes como Písac y Machu Picchu.
También se estima que la ciudadela jugó un importante papel sirviendo como nexo entre la selva amazónica y la ciudad imperial del Cusco.
[10] En 1834, José María Tejada (prefecto del Cusco) viaja a la ciudadela atraído por las leyendas sobre tesoros en Vilcabamba; así mismo en 1837, Leonce Angrand cartografió el lugar por primera vez, pero sus mapas fueron también puestos al olvido.
Actualmente, se calcula que solo un 30% del complejo, que comprende unas 1810 hectáreas, ha sido desenterrado y puesto en funcionamiento como zona turística; se preveía la finalización de la restauración para el 2011, tardando aún más el estudio y comprensión de su legado histórico.
Desde la perspectiva andina su ubicación es indudablemente estratégica, lo que le permitió a este singular asentamiento abarcar y tener un dominio sobre lo que podría considerarse uno de los trayectos altitudinales más extraordinarios del país.
A su vez, desde el aire los investigadores, que lo han apreciado, dicen que Choquequirao se muestra como un gran libro abierto, con el caudaloso río Apurimac a sus pies y una gran cadena montañosa que se precipita hacia las vertientes orientales cubiertas por una inmensa vegetación tropical; siendo otra muestra de la pretensión andina de dominar el mundo desde las alturas.
Sin embargo, cabe destacar que el camino hacia Choquequirao es cálido debido al cañón del Apurímac.
El material que fue usado son piedras canteadas con morteros de barro.
Existen 22 grabaciones en estas piedras con figuras conocidas como “Llamas del Sol” dispuestas en 15 andenes con dirección al nevado Quory Hauyrachina.
Según el arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras, Choquequirao da la impresión de haber sido un centro urbano en crecimiento, parte de un gran proyecto mucho mayor que quedó inconcluso.