Este es uno de los chiles secos más utilizados en la gastronomía mexicana, especialmente en salsas.
[7][8] Al madurar, su color se torna de verde a rojo.
[10] El chile de árbol posee un sabor ahumado y ligeramente nogado (es decir, que recuerda a frutos secos, como la nuez).
[3] Es una variedad muy picante y se suele combinar con otros chiles secos para elaborar salsas de mesa.
[17] Se pueden combinar con otras variedades de chiles secos como pasilla o guajillo.