Está hecha de jitomate o tomate rojo, molido con cebolla, ajo, cilantro, chile, sal y pimienta al gusto.
Esta salsa roja se presenta en las variantes: salsa cocida, en que los ingredientes son cocidos y luego molidos; salsa asada, en que los elementos son asados en un comal y posteriormente molidos; salsa cruda, en que los ingredientes son molidos en crudo, dispuesta para comerse; y una combinación en que algunos elementos son asados y otros cocidos, elaborada por las abuelitas usualmente.
Para el proceso de molido se puede usar molcajete o licuadora.
Se usa para preparar alimentos tradicionales mexicanos, con nivel de picante suave para enchiladas o huevos rancheros.
O bien, más picante para acompañar antojitos como tacos, quesadillas, etc.