Los huevos rancheros son un desayuno mexicano tradicional, que consiste en: huevos estrellados sobre tortillas de maíz, bañados con una salsa hecha de tomates, chiles y otros vegetales finamente picados y sofritos en aceite, como guarnición frijoles refritos o guacamole y pico de gallo.
Este desayuno de origen mexicano se ha hecho muy popular a lo largo de toda América y quizás por esta razón cuenta con tantas variantes locales.
Los huevos rancheros son servidos no solo en el desayuno incluso durante el almuerzo.
Una variante popular de los huevos rancheros son los huevos divorciados que consiste en dos huevos servidos al estilo de los huevos rancheros, pero uno de los huevos se cubre de salsa verde y el otro con cualquier otra salsa en rojo, separados por una 'pared' de frijoles o chilaquiles.
El escritor culinario Clementine Paddleford, encontró una versión en los 1950s en Texas que empleaba huevos pochados en una salsa de tomate con tocino y servido con una tostada.