Herido en Madras en 1758, es hecho prisionero una primera vez por los ingleses y luego liberado bajo palabra.
D'Estaing dispone de una flota poderosa y puede comprometerse en nuevos combates.
Todos sus intentos contra esta ciudad, así como los de los americanos, son rechazados con fuertes pérdidas.
Hubo quienes atribuyeron sus fracasos a un estilo autocrático, totalmente opuesto al del conde de Rochambeau.
También se los atribuyó a su proveniencia del ejército de tierra, con cierta debilidad en su formación naval.
Adicionalmente, d'Estaing no tuvo oportunidad de efectuar mucha planificación conjunta con los americanos como sí pudieron los comandantes posteriores.
Retornado a Francia en 1780 con reputación de perdedor, Charles Henri d’Estaing pierde apoyos en la corte.
La Revolución francesa de 1789 se convierte inesperadamente en una ayuda para los británicos, ya que al destruir a la nobleza francesa que era el corazón de la marina real, permite el predominio inglés.
Este desmantelamiento de la marina francesa tardará años en revertirse y es la razón de la debilidad naval que siempre tuvo el Primer Imperio Francés y que conducirá a Trafalgar.
En sus ratos de ocio escribió un poema, Le Rêve (El sueño) (1755); una tragedia, Les Thermopyles (Las Termópilas) (1789) y un libro sobre las colonias.
Sabiéndose condenado a muerte rehúsa defenderse y enumera sus actos de servicio.
Antes de ser ejecutado pronuncia una frase que se haría célebre: "Quand vous aurez fait tomber ma tête, envoyez là aux Anglais, ils la paieront cher!.
("Cuando hayáis hecho caer mi cabeza, enviadla a los ingleses; os la pagarán caro."