Desde su inauguración como centro cultural en 1980, sus salas se convirtieron en el lugar para que los artistas pudieran reflejar libremente inquietudes y búsquedas alejadas de una mirada conservadora.Además, fue sede del cruce de lenguajes: lo académico con lo callejero, lo consagrado con las nuevas tendencias, lo lúdico con lo educativo.Artistas de varias generaciones fueron influidos por el Recoleta y, muchas veces, sus carreras fueron impulsadas por la exposición que les daba el centro cultural.Así fue el caso de Liliana Maresca, quien encontró en este centro un espacio receptivo para sus acciones, instalaciones y performances.También tuvieron su espacio de exploración y crecimiento, artistas como Ana Gallardo, Res, Marcos López, Duilio Pierri, Guillermo Kuitca, Juan Lecuona, Miguel Harte, Cristina Schiavi, Gustavo Marrone, Alejandro Kuropatwa y Luis Búlgaro Freisztav.Esta muestra fue una experiencia fundante para la introducción del problema de género en Buenos Aires.En 1998, se inauguró la muestra Identidad, una instalación hecha por artistas como Carlos Alonso, Nora Aslán, Mireya Baglietto, Remo Bianchedi, Diana Dowek, León Ferrari, Adolfo Nigro, Luis Felipe Noé y Marcia Schvartz, en la que se desplegaba un gran friso hecho de espejos y 173 fotos de personas desaparecidas durante la última dictadura.Ese mismo año, Cerati dio un show histórico en la terraza del Recoleta en el cual presentó “Plan V”, un proyecto solista y electrónico en un momento de transición entre la ruptura de Soda Stereo y el ingreso definitivo a su carrera solista.Todo era a causa de la Reforma Eclesiástica impulsada por su ministro Bernardino Rivadavia, mediante la cual se exclaustró a las órdenes católicas y sus edificios fueron utilizados para organismos públicos: el complejo fue utilizado como escuela de agricultura, jardín botánico, prisión y cuartel.[3] En 1828, las tropas del General Juan Lavalle se instalaron en el antiguo Convento, dando inicio a la rebelión en la que sería asesinado el Gobernador Manuel Dorrego.[7] También Buschiazzo fue el paisajista de la actual Plaza Intendente Alvear, a la cual dotó de una laguna artificial y unas falsas ruinas que años más tarde serían demolidas; y fue quien proyectó el actual pórtico del Cementerio de la Recoleta y el paredón con esculturas que sostiene la terraza del antiguo asilo, salvando el fuerte desnivel del terreno.Sobre estas últimas remodelaciones Buschiazzo remarcaba : "presenta el conjunto un aspecto pintoresco y armónico, bastante agradable en su elegante sencillez.[8] Sin embargo, la década de 1960 significó un punto de inflexión para la zona, ya que por un lado se instaló el primer restaurante de lo que llegaría a ser un polo gastronómico, a cargo del luego reconocido chef Gato Dumas,[9] y por el otro la Plaza Francia fue el lugar elegido por la juventud porteña para pasar su tiempo libre y vender artesanías, a medida que se instalaba como moda el movimiento hippie y el rock.Aunque Cacciatore propuso mantener en las reformas el estilo clásico de los antiguos edificios, los arquitectos eligieron un lenguaje completamente contemporáneo para su obra, instalando escaleras metálicas junto a los viejos pasillos abovedados y demoliendo varios de los viejos pabellones diseñados por Buschiazzo hacía ya cien años.En el interior del CCR funciona el Museo de Ciencia Participativo «Prohibido no tocar», un lugar especialmente diseñado para jóvenes y niños donde la experiencia interactiva los acerca a los fenómenos físicos.[13] En 2010, ya para el 30 Aniversario del centro cultural, se restauró el Auditorio El Aleph, que ocupa el edificio de la antigua capilla.[17] Se prevé que para noviembre del 2023 abra un nuevo centro comercial llamado Oh!Buenos Aires, un shopping anti COVID-19 enfocado en el entretenimiento basado en la tecnología, simulación, deportes y juegos para todas las edades.En cuanto a las adiciones demolidas sobre el edificio colonial, se dejaron fragmentos de muros cortados en diagonal, dejando una marca del pasado y pensando esos pisos demolidos como nuevas terrazas al aire libre, un paseo sobre las azoteas con varios miradores y jardines, enmarcadas por los restos de paredes recortadas.Pensando la terraza del viejo asilo como un espacio de esparcimiento, propusieron construir una estructura de hormigón armado con una escalera que partiera de la Plaza Intendente Alvear, salvara el paredón del asilo y sirviera como acceso independiente a la terraza al aire libre, adonde se encontrarían una confitería y la biblioteca del futuro centro cultural.Esta idea no fue concretada, y finalmente en 1991, Testa propondría perforar el paredón para instalar el patio de comidas del Buenos Aires Design.La primera es al aire libre y fue llamada Patio del Tilo por el añejo árbol que la protagoniza.A su lado derecho se suceden una serie de edificios intercalados con patios abiertos que la conectan con la terraza mirando hacia Plaza Francia y el río.Siguiendo por el Patio del Tilo se llega al Auditorio El Aleph, ocupando la antigua capilla neogótica, y finalmente un edificio contemporáneo que aloja dependencias de personal.Esta galería elevada remata en un curioso reloj que adorna una pasarela vidriada, el llamado Puente del Reloj, donde finaliza el centro cultural y se pasa al sector perteneciente al Buenos Aires Design y al Auditorio Buenos Aires, atravesado por otra pasarela diseñada por Testa con estructura metálica, haciendo referencia a las pasarelas anteriores sobrevivientes del asilo.[24] En 2015 se presentó una iniciativa impulsada por el Ejecutivo porteño de Mauricio Macri que apunta a vender el Buenos Aires Design y parte del centro cultural; el Buenos Aires Design es una concesión operada por IRSA, de Eduardo Elsztain.[28] Las instalaciones del Centro Cultural se renovaron en 2018, con parámetros de diseño que buscan atraer al público joven.[30] Las críticas se basan en el daño a un edificio histórico preservado por la legislación vigente en su carácter de bien patrimonial, la pérdida de los espacios destinados a artistas del interior del país y la estética impuesta en la intervención.
Cementerio, Iglesia del Pilar y Asilo de Inválidos, en 1867.
Vista del Paseo de la Recoleta hacia 1900
Asilo General Viamonte visto desde la
Plaza Intendente Alvear
. Los edificios de esta imagen fueron demolidos en 1980.
Terraza del CCR, fragmentos de un pabellón demolido y Puente del Reloj.
Vista desde la Plaza Intendente Alvear. Se destaca el Auditorio El Aleph.
Patio del Tilo y escalera metálica.
Terraza y auditorio El Aleph.
Patio del Tilo y galería elevada.
Sala abovedada dentro del antiguo convento franciscano.