Cayo Marcio Rútilo

Fue elegido por primera vez para el consulado en 357 a. C., donde condujo la guerra contra los habitantes de Privernum.

Fue nombrado dictador al año siguiente (356 a. C.) para hacer frente a una invasión de los etruscos.

Esta fue la primera vez que un plebeyo alcanzó esa dignidad, y los patricios estaban tan indignados por lo que optaron por considerar como una profanación de la magistratura, y, pese al peligro público, colocaron obstáculos en el camino de los preparativos para la guerra.

El pueblo, sin embargo, con enorme entusiasmo suministró a Rútilo todo lo que se necesitaba, y le permitió salir al campo con un ejército bien equipado.

[2]​ Guiados por los faliscos, los etruscos tomaron las Salinas de la desembocadura del Tíber.