Marco Valerio Máximo Corvo

Había paz en ese año, tanto en la ciudad como en el extranjero; y se hizo un tratado con Cartago.

Llevó la guerra contra los volscos, a quienes derrotó en batalla, y luego tomó Sátrico, la cual quemó completamente, con la sola excepción del templo de Mater Matuta.

Su popularidad con los soldados era tan grande como su talento militar, y en consecuencia tenía influencia ilimitada sobre sus tropas.

Corvo parece haberse unido a su colega, poco después de estos acontecimientos, y con sus fuerzas unidas, o con las suyas solamente, obtuvo otra brillante victoria sobre los samnitas cerca de Suessula.

Su triunfo en su regreso a Roma fue el más brillante que los romanos habían visto hasta entonces.

[3]​ En el año siguiente, 342 a. C., Corvo fue nombrado dictador en consecuencia de la sublevación del ejército.

Esto fue aceptado por los soldados, que pusieron la confianza implícita en su general favorito, y miembro también de la casa Valeria.

Los cónsules en consecuencia no realizaron un sorteo para sus provincias, y el de Cales fue dado a Corvo.

Etruria estaba en armas, y los marsos, uno de los más belicosos vecinos, también se habían alzado.

Los etruscos fueron derrotados en una gran batalla, y otro triunfo fue agregado a los laureles de Corvus.

Durante su consulado la ley Ogulnia fue aprobada, por lo que los colegios de pontífices y augures se abrieron para los plebeyos.

Triunfo de Marco Valerio Máximo Corvo.