[2] Tuvo innumerables dilaciones y derivó en la destitución del juez Roberto Marquevich decidida por un Tribunal de Enjuiciamiento por considerar que el magistrado había procedido en forma arbitraria al ordenar la detención de Herrera de Noble y denegarle la excarcelación.
En esta causa, los cotejos realizados con los perfiles genéticos de personas detenidas desaparecidas durante 1975 y 1976, salvo tres casos en que la información genética era insuficiente, arrojó resultado negativo.
Por último, la comparación con el resto de los datos almacenados también resultó negativa.
El tribunal determinó que dicha «peritación genética» debería realizarse en el Banco Nacional de Datos Genéticos y respecto de las mencionadas familias.
La jueza dispuso entonces la obtención del material a partir de las prendas que vestían Marcela y Felipe, para lo cual debían ser interceptados en la vía pública, llevados a su domicilio y que en un lugar privado entregaran la ropa interior y la vestimenta necesaria para realizar los estudios.
En el procedimiento realizado el mismo día en el domicilio de los jóvenes intervinieron secretarios del juzgado, médicos del BNDG y del Cuerpo Médico Forense, policías de civil y testigos, el trato con Marcela y Felipe fue con personas del mismo sexo y la entrega de la ropa interior para obtener las muestras se hizo dentro de un baño.
[14] Los hermanos Noble Herrera sostuvieron en varias presentaciones en la causa que se oponían a que el examen de histocompatibilidad fuera realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos porque ―según alegaban― no les daba seguridad de que sus resultados no fueran manipulados y porque no les otorgaba la posibilidad de realizar contrapruebas.
Explicaron que la contraprueba es posible porque en este caso los perfiles de los individuos pueden ser reproducidos tantas veces como se requiera, incluso si se trata de personas fallecidas y, como medida extrema, se puede recurrir a la exhumación por lo que la veracidad de los resultados puede ser confirmada por cualquiera de las partes en litigio que lo desee.
Si esto fuera así, los hipotéticos cambios deberían ser, en este caso, programados y no fruto del azar.
Un hecho técnicamente imposible.”[15] Posteriormente los abogados de Marcela y Felipe Noble Herrera declararon en televisión: “A nuestros peritos no les van a alcanzar el material genético de las familias que están en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
El BNDG arribó a esta primera conclusión mediante un procedimiento informatizado.
En el trámite estuvieron Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina y los peritos de las partes.
[22] El caso de Marcela y Felipe Noble Herrera ha dado lugar a un fuerte debate mediático y político que, más allá de este caso en particular, se refiere en general a la obtención del ADN y la negativa mantenida hasta cierta fecha por los presuntos hijos secuestrados a entregar muestras biológicas.
Y esto también dejaría al Grupo prácticamente acéfalo, toda vez que el matrimonio entre Roberto Noble y Ernestina Herrera no tuvo descendencia natural».
[2] El exjuez federal Gabriel Cavallo descartó que el resultado pudiera incidir en la herencia afirmando: «El código civil establece que la señora de Noble puede dejar a quien ella quiera sus bienes.