Era una apasionada de las artes, la literatura, la historia y hablaba varios idiomas.
Su salón ejerció una gran influencia en la lengua francesa así como en la literatura de su tiempo.
Aunque Molière ridiculizara los modales de quienes alternaban en este salón, en su obra Las preciosas ridículas, precisamente fueron estas «preciosas» las que desempeñaron un importantísimo papel en la renovación del vocabulario francés.
Este salón fue uno de los pocos que dio preponderancia a la mujer, a diferencia de los otros salones que eran frecuentados, casi exclusivamente, por hombres.
[1] Apodada Arthénice, anagrama compuesto por Malherbe, está representada por el personaje de Cléomire en la obra Artaméne ou le Grand Cyrus, escrita por Madeleine y Georges de Scudéry.