[11] Subió a su vez al trono pontificio, Calixto amplió el complejo funerario, que bien pronto se convirtió en una iglesia oficial.
El papa Sixto II[18] también fue sustituido en las paredes del fondo, asesinado durante la persecución de Valeriano.
La inscripción métrica frente al sepulcro del Papa Dámaso está grabado en caracteres ideados por el calígrafo Furio Dionisio Filocalo.
[6][19] En la cripta contigua está la tumba de Santa Cecilia, en la cual algunas reliquias fueron trasladadas por el Papa Pascual I en 821 d. C.: los frescos de principios del siglo IX d. C. poseen unas paredes que representan a Santa Cecilia orante, el busto del Redentor y papa Urbano I.
Por el momento ya no existen restos humanos en las catacumbas, por lo menos en la zona ya excavada, puesto que la superintendencia ha decidido trasladar todos los restos a la basílica de Santa Práxedes para evitar que los turistas pudiesen profanar las sepulturas eliminando fragmentos y reliquias.